sábado, 23 de enero de 2010

Haití, Haití, Haití


¿Cuántas palabras más se pueden decir sobre el desastre en el que está sumido hoy Haití? No muchas. Pero sí hay miles para decir sobre antes de este terremoto y todavía hay más si nos vamos a la historia de Haití, o a la del Caribe y, ya que estamos, a la de América Latina toda.
Hoy, sábado 23 de enero de 2010 durante el mediodía, en un programa de radio Continental, una periodista española se empeñaba en buscar y preguntar a sus entrevistados quién es el responsable de lo que pasa en Haití.
Muy preocupada parecía la periodista del viejo continente pero no ahondaba en las respuestas de sus entrevistados. Uno habló de la historia de Haití; otro, con notable insistencia no tenía dudas en indicar que el responsable máximo era el gobierno haitiano y, entre otros, una señora osó decir que el responsable ineludible era Estados Unidos y nombró en su argumentación a la Doctrina Monroe.
Fue una pena que la periodista no indagara más sobre el tema ya que estaba tan afligida. Si no lo sabía, debió preguntar y si lo sabía, hubiera sido mejor que no saliera al aire.
Por un lado la Doctrina Monroe fue anunciada en 1823 y su objetivo fue asegurar la influencia de EEUU en el continente Americano para replegar la presencia europea en la región. Demás está decir que no importaba la manera: por las buenas, por las malas o por las armas, igual daba ya que EEUU era “el elegido de Dios”.
Por otro lado, y de la mano de la paternidad divina, el destino manifiesto del país del norte consistía en expandir sus fronteras hasta el litoral del Pacífico y, pasando por Hawai llegar a Asia.
Siempre que sus intereses lo necesitaron jamás dudó en aplicar su famosa doctrina y en hacer recordar siempre su mentado destino. En cualquier libro de historia que incluya a cualquier país de Latinoamérica, encontrarán las hechos: ocupación de territorios diezmando a indios, compra o robo de territorios a potencias europeas, apoyo a grupos armados para lograr sus objetivos (por ejemplo, separar a Panamá de Colombia para obtener el canal), apoyo a las dictaduras que le aseguraran seguir explotando a países y pueblos enteros, intervenciones, intervenciones y más intervenciones. No quiero entrar en detalles de lo que es capaz cuando se trata de salvar al mundo de las armas masivas de destrucción que dicen que algunos países tiene
Perdón, ni si quiera es necesario leer libros, den una vueltita por Wikipedia y ¿adivinen qué hicieron en Haití?
Por supuesto que tampoco nos deberíamos olvidar de la Madre Patria y de su “gran descubrimiento” allá por 1492 y la suerte que corrieron todos los pueblos del Caribe; ni tampoco de las grandes potencias europeas, ni de los traidores.

Ojalá que la periodista española pueda sospechar por dónde buscar a los responsables de lo que pasa en Haití. No los responsables del terremoto, claro; sino a los responsables de lo que es el Haití, antes y después de este desastre.
Menos mal que solo se puede medir el Riesgo País porque si se pudiera medir la Hipocresía País, ¿a que no saben quiénes estarían en la punta?

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